
Guillermo Anderson: su ritmo cautivó el mundo
Por: Patty Ynestroza
Un genio musical generoso con el prójimo
Sigue este proyecto, contando anécdotas con Guillermo Anderson.
Hablando con su productor Max Urso, mi amigo me cuenta que la anécdota de Guillermo que más le gusta contar cuando se la piden los medios de comunicación es la primera gira que hicieron juntos.
“…. Para finales del 1999 …. Fue en Taiwán, fue una gira allí pero el episodio que voy a contar sucedió en Taipei, en la Plaza más grande que ellos tienen. Había un concierto de varios artistas, locales e internacionales. Me acuerdo que antes del concierto, que tenía una buenísima asistencia, habían más de 50 mil personas esa noche, y antes que le tocara a Guillermo, que era entre los artistas que cerrarían el evento, se acercó alguien de la embajada de Honduras en Taiwán y nos comentó que la gente allí en los países asiáticos era muy educada, muy contenidos, recatados digamos, y que no nos esperáramos una reacción como las que estábamos acostumbrados cuando tocaba en Honduras o en otros países latinoamericanos o países latinos en general, que allí la gente se portaba muy bien pero que no iba a demostrar demasiado el entusiasmo, si nos aplaudían fuerte pero era ya un gran logro”.
Con esa idea y sin esperar mucho entusiasmo, Guillermo arranca el concierto con una de sus canciones más movidas, una canción bajo el ritmo punta, que se llama por esa negra, y se vivió una gran sorpresa, como me contó Max:
“Ni había pasado el minuto y ya estaba toda la plaza bailando y era una gran emoción ver todas esas 50 mil personas bailándo la punta de Guillermo Anderson. Y eso me confirmó la potencia de la propuesta que tenía Guillermo, que donde iba siempre fue una gran éxito y siempre contagiaba con esa alegría y con sus ritmos”.